¿Comida trampa? Para mí, no existe.
Lo que sí existe es una buena relación con la comida.
Puedes comerte tu comida favorita cualquier día de la semana sin sentir culpa. Porque eso no es “hacer trampa”, es vivir con equilibrio.
Si cenas pizza todos los días, probablemente haya un problema.
Pero si empiezas un plan nutricional y te dicen que no puedes volver a comer pizza o una hamburguesa… entonces tienes dos problemas:
Esa dieta tiene fecha de caducidad.
Te estás perdiendo cosas que también forman parte del placer de comer.
Comer bien no es comer perfecto. Es comer con consciencia, sin restricciones absurdas y sabiendo que una alimentación saludable también incluye momentos de disfrute.
Porque la clave no está en prohibir, está en aprender a elegir sin miedo ni culpa
